11/5/09

Generación del 27


Según Luis Cernuda los poetas del 27 presentan los siguientes rasgos:

• Predilección por la metáfora como instrumento expresivo, que se convierte en uno de los elementos capitales del poema y que significa, entre otras cosas, una primera aproximación a Sthéphane Mallarmé, jefe y teorizante de la poesía simbolista, y a Paul Valéry.
• Actitud clasicista, influencia de algunos poetas y escritores franceses coetáneos, como Paul Valéry
• Influencia gongorina. A este influjo contribuyó la celebración del tercer centenario de la muerte de Góngora -el poeta que en el siglo XVII crea un bello mundo de imágenes valiéndose de una realidad ordinaria que altera y manipula-, revalorizado por los trabajos estilísticos de Dámaso Alonso.
• Contacto con el surrealismo, movimiento lanzado en Francia por André Breton en 1924, y que en España dio obras tan importantes como Poeta en Nueva York, de García Lorca, y Sobre los ángeles, de Alberti. E1 chileno Pablo Neruda y el andaluz Vicente Aleixandre estuvieron inicialmente adscritos al movimiento surrealista.
El contacto con el surrealismo, según Cernuda, marca la separación de la Generación del 27 en dos grupos: el primero, formado por Salinas y Guillén; el segundo, por García, Lorca, Aleixandre y Alberti. Gerardo Diego queda fluctuante,
sin incorporarse ni a uno ni a otro grupo.
Es común a todos los poetas del 27 , al menos durante los diez o quince primeros años de su labor, lo hermético del pensamiento poético y un estilo que tiene como norma el lenguaje escrito; luego, con mayor o menor lentitud, la mayoría de ellos evoluciona hacia un etilo cada vez más cerceno a la pauta del lenguaje hablado, con una expresión más directa y una dicción más clara.

Ramón Gómez de la Serna


Ramón Gómez de la Serna: pionero del vanguardismo español. Su vida y su obra son una perpetua ruptura con las convenciones. Defendió y difundió las nuevas corrientes: El concepto de la nueva literatura (1909), Ismos (1931). Creó su propio ismo. Llevó a su literatura “otra realidad” (“lateral”), mediante la contemplación de las cosas desde ángulos insólitos y humorísticos. Creó (hacia 1910) la greguería (= metáfora + humor): apuntes breves que encierran una pirueta conceptista o una metáfora insólita.
También escribió cuentos y novelas. Los ambientes madrileños, populares, arrabaleros y castizos son descritos por acumulación metafórica humorística. El torero caracho (1927). Ensayos (El rastro, El circo); biografías (Quevedo, Goya, Valle-Inclán); teatro (El laberinto...)

Juan Ramón Jiménez

De acuerdo con las preferencias estéticas del Novecentismo, se lleva a cabo una depuración estilística (como ya vimos en Machado). Los poetas tienden a una “poesía pura”, “desnuda”, coincidiendo con el magisterio de Juan Ramón Jiménez, máximo representante de la Generación.
Juan Ramón Jiménez. El “andaluz universal” nacido en Moguer (Huelva) en 1881. Su entrega a la poesía es temprana y total, en una búsqueda constante y exigente de belleza y de palabra fundamental. Su idea de la poesía está presidida por la sed de belleza, sed de conocimiento y sed de eternidad. En su obra se distinguen varias etapas:
1. 1ª etapa: primeros poemas de adolescente, de influencia becqueriana y modernista: Ninfeas y Almas de violeta (de 1900, repudiados más tarde). De 1903 son: Arias tristes; Jardines lejanos (cambio hacia el intimismo y la interiorización cada vez más patente). Otros libros: Elegías; La soledad sonora; Poemas májicos y dolientes. Afloran sentimientos de soledad, de melancolía, o los temas del paso del tiempo y de la muerte.
2. Hacia la poesía pura: Ruptura definitiva con el Modernismo. Diario de un poeta recién casado (1917, con motivo de su boda en Nueva York). Va prescindiendo de todo artificio y elemento decorativo. De 1917 es su Primera antología poética.
3. Poesía desnuda: Los poemas se hacen mucho más conceptuales y difíciles; más libres en la forma. Obras: Eternidades (1917), Piedra y cielo (1919) y Segunda antología poética (1922). De 1923 son Poesía y Belleza con el mismo epígrafe: A la inmensa minoría.
4. Poesía de plenitud: Durante su exilio en América, prosigue invariablemente su indagación poética, cada vez más encerrado en sí mismo. Obras: Animal de fondo (1947), publicado de nuevo en 1949 con el título de Dios deseado y deseante; Tercera antología poética.
5. La prosa poética. Platero y yo (1917), diario íntimo en el que el poeta expresa los variados sentimientos que produce en su alma la naturaleza que le rodea. Abre en nuestra literatura del s. XX el camino hacia el poema en prosa de gran calidad.